Caminaba por coyoacan durante una de las tardes mas felices de mi vida, y mientras buscábamos que cenar, pasamos por los danzarines, lugar de donde guardo escasos recuerdos gracias a la cantidad de mezcal que injerí gracias a cierto amigo de puerto escondido a quien encontré una tarde mientras yo caminaba por reforma y el pasaba en su camioneta... bueno pues justamente iba narrándole esta historia a mi novio cuando de pronto escucho que gritan mi nombre, y resulto que el grito provenía de los danzarines, y había sido proferido por el mismo amigo de puerto, fue muy raro, una posibilidad de uno en un millón, jaja, bueno no tanto, pero si era poco probable encontrarme a alguien que vive en puerto justo cuando contaba la historia de cuando me lo encontré, y precisamente el estaba tomando mezcal...
Que casualidad.
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1 comentario:
El mundo es un pañuelo...
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